El individualismo es una palabra que tiene dos significados relacionados entre sí, pero distintas en sus respectivas ponencias y ejercicios. El primero de ellos dice relación con el actuar según los principios o intereses propios, sin seguir las normas de un determinado grupo social, algo parecido al egoísmo. El segundo obedece a una idea, ética filosófica, que pone en primer lugar a los individuos por sobre el colectivo o Estado. Filosóficamente se opone al colectivismo, totalitarismo o corporativismo, este último significado no podríamos tildarlo de malo
Priorizar al colectivo por sobre los individuos ha llevado a grandes tragedias en la historia de la humanidad, los totalitarismos del siglo XX son ejemplo de ello, (Rusia, China, los fascismos europeos, según sea la mirada) En la misma línea argumentativa, no es coincidencia que los países más desarrollados tienen los índices de individualismo más altos. En el top five se encuentran EE.UU, Australia, Reino Unido, Canadá y Países Bajos. En contraparte los últimos cinco países en esta categoría son: Paraguay, Panamá, Bolivia, Ecuador, Guatemala, (Venezuela se encuentra sexto, en este escalafón)
Pero, por muy individualista que sea el hombre ha necesitados de sistemas, de ordenamientos sociales y políticos a fin de subsistir en el tiempo, y no cabe duda de que la democracia como sistema político se ha transformado en más exitoso que registre la historia con sus múltiples implementaciones, es la fórmula sacralizada por el pueblo para elegir a sus representantes. Sin embargo, en el transitar de estos últimos tiempos la democracia implementada como sistema de ordenamiento social ha experimentado una profunda crisis institucional, grietas por donde se escurre la esencia de su fórmula secreta que a través del tiempo ha cautivado a grandes personajes y que ahora desafortunadamente no enamora a nadie sino que decepciona porque la democracia vive un tiempo de desamor y bajezas, a pesar de eso hoy algunos pocos apelan al añoso elixir de ese romanticismo nostálgico que pretende revivir y despertar a muchos de ese letargo en el que se han sumido
Lamentablemente la vieja y cautivadora fórmula mágica ha dejado de atraer al ciudadano común por no saber escuchar a la gente, lo cual en sí mismo lleva implícito un peligro porque ya no se puede seguir diciendo: Vox populi, Vox Dei = la voz del pueblo es la voz de Dios; porque no es al pueblo a quién se debe escuchar sino a Dios
La democracia si bien es el sistema político más exitoso, se ha convertido en un mal endémico y crónico, transformándose en un sistema pernicioso en el que se exacerba y eleva al individuo por las normas establecidas. En democracia la fórmula ineludible es escuchar a la gente y sus respectivas demandas, sin embargo, escuchar a la gente a veces puede ser como la espada de Democles
*Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó
Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombres! / Hech 12:21-22
Parece ser que con el tiempo la democracia ha perdido fuerza y su esencia se ha diluido. Especialmente cuando se ha invertido décadas en introducir el opuesto como un modelo. El opuesto de la democracia es la dictadura del individualismo en cuyo sistema cada cual vela por sí mismo sin importar lo que le suceda a otros defendiendo a ultranza ideologías que han venido a corromper la sociedad que se ha transformado en una suciedad
Recuerdo el canto general del Nobel de literatura chileno (Neruda) quien en sus ponencias literarias le daba la bienvenida a la humanidad desde las alturas del Machu Picchu donde se enfatiza la inclusión humana por sobre las de las prebendas políticas “Sube a nacer conmigo hermano” era su postulado y consigna. Letra que el grupo artístico Los Jaivas musicalizó y que dada la contingencia actual pareciera un delirio de la ingenuidad pensar en el nacimiento de una nueva hermandad a partir de una nueva Constitución. Arreglárselas por sí mismo al parecer es el mantra que rige los destinos de las personas en la actualidad, es la dictadura totalitaria del individualismo
En un mundo de rivalidades la hermandad que presentaba Neruda se ha hecho humo, haciendo presente el desamor y la enemistad. Cómo mirar entonces al nuevo proyecto constitucional y a los que le han precedido con buenos ojos, ¿realmente se está velando por el bien común ciudadano y el de las generaciones que vendrán? Dicen que soñar no cuesta nada, aunque el sueño a veces lo suelen tener los ingenuos y crédulos, aquellos que aún idealizan los caracteres y virtudes que el ser humano lamentablemente ha ido olvidando y pisoteando
Los tiempos son cíclicos y muchas veces la historia se vuelve a repetir y aunque el individuo no asuma su responsabilidad no podemos negar que al igual que los días proféticos somos gente inmunda de labios, y que habitamos en pueblos y ciudades, de labios inmundos, ¿inmundos, por qué? Somos de labios inmundos y vivimos rodeados de labios inmundos porque queriendo hacer lo bueno se termina haciendo lo malo, inmundos porque profesando con nuestros labios la intención de querer cambiar y ser otros se cometen los mismos errores dejando a una sociedad igual o peor, inmundos porque nuestros labios hacen promesas que no se cumplen. Muestra de ello es la nueva propuesta constitucional que es ampliamente rechazada por quienes ahora defienden el contrato social de 1980, y a la vez quienes proponen la nueva carta de navegación son quienes se oponían a una nueva Constitución diciendo que el país no necesitaba de un nuevo contrato social y que este no resuelve urgencias sociales por no ser un Estado Social Democrático de Derechos contrario al Estado subsidiario que tenemos
*Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos / Is 6:5
En política todo es subrepticio nada es es diáfano y transparente tanto así que muchas veces cuando un país se divide en la polarización de ideas y tendencias las que a veces también derivan en la fragmentación de partidos como ya se ha visto en estos días con el abandono del partido republicano de algunos de sus miembros. La democracia está quebrada y se auto inmolada como suele ocurrir en una guerra civil, un golpe de Estado o una división ciudadana que hace imposible coincidir en ideas o mínimas muestras de colaboración
Cuando todo parece tornarse en una rivalidad insalvable entre los unos y los otros, las huellas iniciales de ese deterioro pueden registrarse desde muy atrás. Pero todas tienen un denominador en común donde primero vino el insulto y después vienen las agresiones y repudio directo. El primer paso que se da inicia con la violencia política, es cuando las palabras condicionan la conducta del individuo identificado con ideas que ni él mismo conoce y maneja, dónde los adversarios rápidamente se convierten en enemigos etiquetados como derechista o facho, izquierdista o comunista y los de centro moderados o imberbes. La rotulación o etiquetado que se le asigna a ciertos grupos es la munición que se usa para atacar, instrumentalizando la información clasificada y que afecta a los distintos personajes de la política que van escribiendo su propia historia con episodios bastante escabrosos y que mancillan el ejercicio de la democracia e insultan a la ciudadanía
A un año del rechazo a la propuesta de la Convención Constitucional encabezada por Elisa Loncon el 04/12/2022, ahora la instancia nos vuelve a llevar a las urnas el próximo 17 de diciembre del año en curso 2023 para someter a escrutinio público el proyecto social elaborado por los consejeros Constitucionales dirigidos por Beatriz Hevia. Es de esperar que la fatiga electoral no le pase la cuenta a una ciudadanía que, en vez de nadar en estas aguas quietas, esté dando manotazos de ahogado en medio de una tempestad
Crucemos la Cordillera de los Andes y miremos al país trasandino en un proceso de cambio estructural en su política ciudadana, la que en su vida democrática ha experimentado un vaivén vertiginoso desde que terminó la dictadura. Un día como hoy, hace exactamente 40 años atrás 10/12/1983, el abogado Raúl Alfonsin es electo presidente como fruto de la democracia argentina tan deteriorada y maltrecha en su economía y dividida en su sociedad por los distintos gobiernos que tuvieron, donde las dos grandes fuerzas y corrientes políticas existentes se disputan el poder. Como en un duelo del viejo oeste se enfrentaba el peronismo al radicalismo, bajo este influjo político emergieron otros partidos que en el curso de los años fueron adquiriendo notoriedad y protagonismo como el justicialismo de Menem y los noveles grupos libertarios que levantaron un frente
Desde las trincheras políticas se comienzan a fraguar las distintas estrategias con pretensiones de asumir el gobierno, pero en medio del fragor exacerbado los altos decibeles comienzan a condicionar y enrarecer el clima de estos tiempos, donde las discusiones “cívico-ciudadanas” transgreden los marcos éticos y de tolerancia
La carrera al despeñadero político se comenzó a formar primero de insultos y descalificaciones con el fin de deshumanizar a quien puede pensar distinto, utilizando la historia personal o familiar como el arma con la cual atacar al otro. Es lo que se vio de manera notoria en la campaña presidencial argentina en la que el anarco liberal Javier Milei (como él mismo se autodefine) lo experimentó en carne propia y sobre quien se cierne una permanente amenaza de ingobernabilidad por el bloque político que fue derrotado en las urnas y que al momento que asuma el gobierno hoy dentro de un par de horas más le harán sentir el poder de la calle, mal llamada “voz del pueblo” con sus distintas ramificaciones populares como podrían ser las icónicas madres y abuelas de la plaza de mayo, junto al fuerte y arraigado sindicalismo callejero. Sí, hoy se cumplen 40 años de democracia argentina y no es coincidencia de que sea este día el elegido para la ceremonia oficial en que el recién electo presidente asuma la magistratura de la nación. Lo irracional se ha vuelto una constante cuando por atacar a otros no nos damos cuenta de que nos estamos disparando en los pies
Finalmente, una mirada a nuestro comportamiento ciudadano donde la rutina, los hábitos, las tradiciones y costumbres todas palabras sinónimas que denotan la repetición de forma automática y a veces por inercia, por ejemplo: es un hábito saludar de mano o de besos cuando nos encontramos con alguien a quien conocemos, es una rutina sacar al perro darle una vuelta a la manzana y esperar que haga sus necesidades. Muchas de las rutinas o tradiciones familiares se heredan a los hijos como salir de paseo, ir a las ramadas en fiestas patrias o intercambiar regalos en navidad. Crear una tradición toma tiempo porque no todo acto repetitivo dura lo suficiente como para alcanzar el rango de tradición o costumbre nacional o familiar. La creación de una costumbre positiva es cuando después de un tiempo vemos el efecto o impacto que se alcanzó en cierto grupo social, ahí es cuando valoramos aquellos hábitos que pueden ser desde el ejercicio de la democracia y la elección popular de nuestras autoridades hasta hacer de la generosidad ciudadana un rito de calidad indescriptible, como se hizo en la Teletón donde una vez más se demostró que los seres humanos funcionan a base de hábitos y costumbres que aportan seguridad en su repetición
Qué los ciudadanos se donen derechos, libertades, instituciones, reglas mínimas de comportamiento para todos a través de un orden constitucional debiera ser el mejor hábito, tradición o costumbre. Los países que lograron su independencia no dejar pasar mucho tiempo antes de que hagan nacer su primera constitución porque aprovechan el entusiasmo reinante para darse reglas, derechos y libertades que se saben serán valoradas por todos, ese entusiasmo cívico se pone en riesgo cuando la performance es más visible que el contenido o cuando la mayoría usa su fuerza para someter al resto, pedirle a un puñado de ciudadanos que ofrezcan al país una nueva Constitución corre el riesgo de iniciar una carrera de egos políticos donde la mayoría ocasional manda
Si no hubo gestos de desprendimiento serios de los que eran más para incluir a los que eran menos como se vivió en la anterior propuesta constitucional, y si las encuestas no se equivocan parece que estamos a punto de repetir este mal hábito hecho costumbre por la ciudadanía; de alguna forma habría que replicar la vieja receta que se necesita recuperar. Imaginarse que recién acabamos de independizarnos y lo que cabe ahora es darse libres y orgullosos una Constitución como si fuera la primera en el nacimiento de la patria; ese es el espíritu que hace falta para parecernos más al entusiasmo por el último cómputo eleccionario o solidario a la desilusión por nuestra incapacidad de reconocer lo que somos dentro de nuestra feble e imperfecta sociedad
*Oid, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí
El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento
¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás
¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda, cabeza está enferma, y todo corazón doliente
Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite
Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños / Is 1:2-7