Carta a la Iglesia

Paz para los hijos de paz

Amados, si les escribo, por inquietud divina les escribo

En Juan 8:40 dice el Maestro *Os he hablado la verdad la cual he oído de Dios, esta verdad es la que nos santifica, es la que nos liberta, esta verdad que Jesucristo oyó del Padre es la que debemos oír cada uno de nosotros, que lo que se nos ha ministrado durante nuestro caminar no ha de ser en vano. Él, como bien saben Uds es Dios de propósitos y es poderoso para cumplir con todo lo prometido, que ha comenzado la buena obra la cual está dispuesta a perfeccionarla, que nunca retrocede, que interviene en el tiempo aun para acortarlos, para que sus escogidos no sean engañados

El que escudriña los corazones, que conoce las intenciones de los pensamientos, el que conoce los secretos de los corazones, el que pesa el corazón del hombre poniéndolo en balanza, el que ama la verdad en lo íntimo, y sabemos todos nosotros que ninguno de nuestros pensamientos se le puede esconder

El nos ha dado de su palabra y de su Espíritu ¡Sí, y su palabra son Espíritu y vida! El Espíritu es el que nos guía a toda la verdad, y la verdad nos santifica y nos libera, otra vez les digo que la verdad en nosotros nos libera y nos santifica, además de recordarles que somos perfectos por una sola ofrenda, si así está escrito: Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados ¡Oh, gracias a Él!

Amados, Dios nos ha estado ministrando acerca de la búsqueda, Buscadme y Viviréis, además que él es galardonado de los que le buscan, también nos ha declarado de que le hallaremos, pues le buscaremos de todo nuestro corazón, sin embargo les ministro diciendo: que la búsqueda en amor es porque Dios le responde a un enamorado bástate de  mi gracia, tal vez a muchos les parece que Dios responde así a un esclavo, más les digo que es a un enamorado, a un hombre que corresponde a ese hermoso y maravilloso amor de Dios el cuál ha dado a su Hijo Único con el propósito de salvarnos ¡Sí, mis amados hnos! La búsqueda es en amor, correspondiendo a ese amor perfecto que nunca dejará de ser

La palabra es esta: “Te has hecho fuerte en tu carne, te has hecho fuerte en tus razones quedando así de lado la palabra con la que te santifiqué, te has hecho fuerte en tus pensamientos por lo que justificas tu incapacidad olvidando así su Espíritu el cuál Dios ha hecho morar en nosotros. ¿Tan fuerte te has hecho? que no oyes el gemidos de tu propio espíritu el cual gime dentro de ti diciendo: ¡Libérarme, libérarme! ¡Rompe mis cadenas! ¡Si!, la carne es fuerte  y va tras sus razones, los pensamientos son fuertes y hacen infructuosa la palabra del Eterno; se contrista al Espíritu al pensar que no se puede, al decir que es imposible, al hablar que no cambiaras, más así está escrito: Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti. Porque no nos ha dado Dios, espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio; por lo cual les digo hermanos: que a vuestra fe añadan poder, al poder conocimiento, al conociniento dominio propio, al dominio propio piedad, a la piedad afecto fraternal, al afecto fraternal amor. Por favor no seamos ciegos, no olvidemos la libertad con la que Cristo nos hizo libres, que nuestros pecados han sido perdonados, que somos más que vencedores en aquel que nos amó, que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. ¡Quebrantaos hermanos, sí quebrantaos! Debilitad la carne y haced callad vuestras razones delante de Dios, guarde silencio tu mente y mirad dentro de vosotros que no estáis solos pues su Espíritu está en nosotros y el avivará su obra en estos tiempos, los tiempos de los hombres los quebrantará, sí amados Él hará volver a su amada que fue tras el brazo de carne. Apartaos de vuestros temores y vuélvete al que ama tu alma, ¿Te rodean tinieblas, un abismo te rodea y tienes temor? ¿Se apodera de ti la incertidumbre? Tened fe en Dios y confiad en Él, pues Él está como poderoso gigante, el que tiene en su diestra las siete estrellas dice: ¿podrá alguien apagar la lámpara de estos candeleros? ¿no estoy yo en todo esto? ¿Se volará el techo de mi casa con el viento, se destruirá el fundamento de mi casa con un terremoto? ¿caerá la casa con la lluvia estando edificada en la Roca revelada? En esta Roca edifique mi iglesia, los tiempos han sepultado muchos imperios y gobiernos, más la iglesia aún está en pie pues está edificada en la Roca. ¡Llorad, sí llorad vuestra falta de llanto, gime vuestra falta de gemidos! Buscadme y Viviréis, enamórate de Dios antes que te enamores de tus sueños

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en él, y cenaré con él, y él conmigo

Paz para los hijos de paz, les amo en el Señor Jesucristo, sé que buscareis de todo vuestro corazón, confianza tengo en el Señor